La metáfora del iceberg
Suele pasar que cuando tienes un problema sólo ves esto, lo que te molesta actualmente y sientes que lo que necesitas es solucionar sólamente esta cuestión. Quizás no te apetece mirar hacia atrás, revisar tu infancia, tus recuerdos, tus creencias, pero de verdad te digo que un problema no es sólo lo que ves.
Por eso, al inicio de un proceso de terapia, me gusta comentar que los síntomas y los problemas que nos preocupan son como la punta de un iceberg. Eso significa que debajo se esconden una gran cantidad de:
Valores y creencias que definen nuestra identidad y que podrían limitarnos, dificultando el cambio
Experiencias vividas (algunas de ellas traumáticas que no hemos integrado) que influyen en nuestra manera de percibirnos, de percibir el problema y de percibir el mundo.
Emociones que no hemos gestionado bien o que seguimos sin saber sobrellevar. Por ejemplo, miedo que nos bloquea, tristeza que nos aisla, rabia que nos genera conflictos, entre otras.
Durante un proceso de terapia, el nivel del agua baja, lo que permite ver parte de aquello que no veíamos. Somos más conscientes de cómo somos y de que que se esconde detrás del problema.
Des de esta conciencia, podemos conseguir cambios significativos, que perduren a lo largo de nuestra vida.
¿Estás dispuesto a conocerte más profundamente?
Ven a realizar psicoterapia, con la finalidad de comprenderte, gestionar mejor las emociones, integrar sucesos de la vida traumáticos y todo aquello que veamos que necesites.
¡Cuídate!
Cuida tu mente, cuida tus emociones, cuida tu cuerpo.
